Cuando cerrar significa crecer

Cerrar el año no significa juzgarlo, sino entender qué parte de ti estuvo al volante. Muchas veces creemos que "somos" lo que nos pasa: los errores, los aciertos, las pérdidas, los logros... Y ahí aparece el peso. El año se vuelve una carga porque te confundes con tus experiencias.

Un cierre más lúcido empieza cuando recuerdas algo simple: tú no eres tus problemas ni tus éxitos; eres quién los vive y les da significado. Lo que ocurrió en 2025 pertenece a tu historia, no a tu esencia. Eso libera porque desde ahí puedes mirar el año sin dramatizarlo ni maquillarlo, solo entendiendo qué hábitos, reacciones o miedos te movieron más de lo que querías.

Pensar en 2026 desde esta perspectiva no consiste en llenar la agenda de propósitos, sino en preguntarte: ¿Qué interpretación quiero dejar atrás para no repetir lo mismo? Cuando sueltas la necesidad de controlar o quedar bien, aparecen compromisos más honestos, más tuyos.

¿De qué interpretación del 2025 puedes desprenderte para entrar en 2026 con mayor claridad
y menos carga?

María Muratet Embuena.

Esta reflexión se basa en los contenidos del Modelo Educativo de Semiología de la vida cotidiana®, creado por el Dr. Alfonso Ruiz Soto®.