Cuando descubres que el timón de la Conciencia es la atención II

Si la felicidad no depende de las circunstancias externas ¿por que a veces nos sentimos tan atrapados
por lo que ocurre fuera?. La clave está en el foco. Lo que interpretamos como "realidad" es
una construcción de aquello a lo que prestamos atención.

No se trata de negar el dolor, el caos o las dificultades. Se trata de no quedar absortos por ellos.
La Conciencia puede aprender a habitar el presente con una mirada más lúcida y compasiva.
Pero esto no ocurre por azar: requiere entrenamiento.

Entrenar el foco atencional significa observar cómo y cuándo te distraes. Significa reconocer los hábitos mentales que te arrastran - como la comparación, la queja, la prisa o la culpa- y cultivar espacios internos donde puedas elegir volver al centro. Volver a ti.

Pequeños gestos cotidianos pueden ser actos de libertad: mirar el cielo sin prisa, saborear un café,
escuchar con presencia, respirar profundo antes de reaccionar. cada uno de ellos fortalece tu músculo atencional y, con ello, tu capacidad de ser feliz. La felicidad no es un destino, es una práctica.
Empieza con algo tan sencillo y tan poderoso, como mirar de forma consciente.

¿Qué gesto de atención plena puedes regalarte hoy?

María Muratet Embuena.

Esta reflexión se basa en los contenidos del Modelo Educativo de Semiología de la vida cotidiana®, creado por el Dr. Alfonso Ruiz Soto®.