Cuando la causa está dentro.

Nos cuesta asumir que somos el origen de lo que vivimos. No porque seamos "culpables" sino porque somos causales. cada pensamiento, cada emoción, cada elección interna; "me fumo el cigarrillo o no me lo fumo", genera una serie de efectos en cascada que terminan manifestándose e nuestra vida exterior.

Cuando comprendemos esto, dejamos de culpar al entorno y empezamos a leerlo como un espejo simbólico. Lo que ocurre fuera deja de ser castigo o azar y se convierte en mensaje. Así, la vida se revela como un diálogo entre nuestra conciencia y el mundo.

No se trata de controlar lo externo sino de comprender qué lo está generando dentro de nosotros. Esa es la verdadera libertad: reconocer la causa interior y transformarla con lucidez, amor y propósito.

¿estás observando tus consecuencias... o las causas que las originaron dentro de ti?

María Muratet Embuena.

Esta reflexión se basa en los contenidos del Modelo Educativo de Semiología de la vida cotidiana®, creado por el Dr. Alfonso Ruiz Soto®.