Cuando la vida cambia los planes que habías hecho.

A veces sentimos que todo se desmorona porque los planes no salen como esperábamos, ahí reside el arte de crear el Proyecto de Vida, en esa capacidad para adaptarse al cambio, porque no se trata de tenerlo todo bajo control, si no de tener claro el lugar desde el que quieres vivir lo que ocurra.

El Yo -como centro de conciencia- puede adaptarse, resignificarse y reformularse. Es como un árbol, puede perder hojas, doblarse con el viento , pero si su raíz está bien arraigada, no se quiebra.

Construir el Proyecto de Vida implica preguntarse, incluso en medio del caos, ¿Qué versión de mí quiero ser frente a esto? Porque cuando sabes desde dónde eliges, no importa tanto el qué ni el cómo, el sentido permanece.

María Muratet Embuena.

Esta reflexión se basa en los contenidos del Modelo Educativo de Semiología de la vida cotidiana®, creado por el Dr. Alfonso Ruiz Soto®.