Cuando la vida se abre al misterio.

A veces vivimos tan centrados en lo inmediato que olvidamos que formamos parte de un entramado cósmico. Cada respiración, cada latido, es un puente entre lo infinito y lo cotidiano. El Modelo Cosmológico nos invita a recordar que no estamos aislados, sino sostenidos en una red de significados mayor que nosotros mismos.

No se trata de resolver el enigma del universo, sino de despertar la conciencia de que ya somos parte de él. Al contemplar el cielo, la naturaleza o el simple fluir de la vida, podemos reconocernos como un fragmento que refleja el todo.

Esa conciencia amplía nuestra mirada: los problemas se relativizan, el tiempo adquiere otra textura y la existencia se vuelve un viaje compartido con el cosmos.

¿En qué momento te has sentido parte de algo más grande que tú?

María Muratet Embuena.

Esta reflexión se basa en los contenidos del Modelo Educativo de Semiología de la vida cotidiana®, creado por el Dr. Alfonso Ruiz Soto®.