Cuando parar te devuelve el rumbo.

No siempre hace falta avanzar; a veces hace falta detenerse para elegir rumbo.

JUNIO 2025

María Muratet Embuena.

6/17/20251 min leer

En un mundo que premia la velocidad, parar parece un lujo o una amenaza, pero la prisa constante nos aleja de nosotros mismos. Podemos ir muy rápido hacia metas que no elegimos, cumpliendo con deberes que ya no nos representan, llenando agendas para evitar el vacío.

No te preguntes a dónde vas sino desde dónde te mueves. Si el movimiento nace del miedo; del deber ciego o de la comparación, difícilmente nos lleve a la felicidad.

Parar no es rendirse, es mirar con honestidad, es preguntarte si estás viviendo como quieres o si te estás sacrificando por seguir corriendo. A veces lo más inteligente es hacer una pausa, respirar y recordar el sentido que tenía todo esto.

¿Cuánto hace que no te paras a revisar si vas en la dirección que deseas?

María Muratet Embuena.

Esta reflexión se basa en los contenidos del Modelo Educativo de Semiología de la vida cotidiana®, creado por el Dr. Alfonso Ruiz Soto®.